Este artículo pone el foco en la importancia que tienen la limpieza y la comodidad de los comederos de nuestra explotación para preservar la salud de las pezuñas de nuestras vacas.
INSTALACIONES Y MANEJO EN COMEDEROS
La vaca en el pasto adelanta una pata delantera para tener menos distancia al suelo y así llegar mejor a la hierba. Como en los comederos no puede hacerlo, debemos tener instalaciones que le facilite la ingesta de comida.
Cuando la vaca no llega bien a su alimento, la ingesta se demora mucho, por lo que el animal permanece más tiempo de pie y pone una postura obligada que hace girar la pezuña delantera interna, lo que provoca mucha más presión en ella. Esto genera un mayor riego sanguíneo y, por tanto, un excesivo crecimiento de esta, con el riesgo de tener más úlceras de suela y accesos en línea blanca, sobre todo en la zona de la punta.
Algunas de las medidas que facilitan la ingesta son:
- La altura entre el suelo donde echamos la comida y el suelo donde pisan las vacas debe estar entre 15 cm y 25 cm más elevado para que la vaca al comer no tenga que hacer esfuerzo para llegar a ella.
- Los amarres deben tener una inclinación de 15 ° en la parte de arriba para que el animal se pueda arrimar bien a la comida.
- Revestir el comedero con baldosines lisos o con una chapa de acero inoxidable puede ser muy beneficioso porque evitamos que se queden restos de comida en las esquinas y las pequeños huecos producidos por la erosión de los silos, impidiendo que se pudran esos restos y generen bacterias y toxinas que el animal lo pueda ingerir y repercutan negativamente en la salud del casco.
- En el caso de que hagamos los trabajos de sincronización, tratamientos, inseminación, vacunaciones, revisiones, saneamientos… en los amarres debemos intentar minimizar, en la medida de lo posible, el tiempo que tenemos amarradas a las vacas, con el fin de disminuir así el tiempo que permanecen de pie, ya que de pie parada tiene menos irrigación de sangre en la pezuña, porque se constriñen los vasos sanguíneos que nutren el casco.
- El pasillo de alimentación siempre debe estar limpio y seco para evitar que la pezuña este sucia y húmeda y tenga más probabilidades de contraer alguna enfermedad infecciosa, como puede ser la dermatitis digital e interdigital, erosión de talones y panadizo interdigital. Con la instalación de una arrobadera podemos conseguir un pasillo lo más limpio y seco posible programándola cada tres horas.
- De nada sirve tener la instalación de los cubículos perfecta si no arrimamos lo suficiente la comida para que la vaca siempre tenga acceso a ella. Para facilitar esa tarea, que cuando hay mucha comida puede ser bastante pesada, hay varios tipos de empujadores que se enganchan a la pala de máquina o tractor, o bien la mejor opción: un robot empujador con el que aseguras que esté la comida arrimada sin esfuerzo y despreocupados; esta tecnología es muy fiable y sin demasiado coste.
SALA DE ESPERA Y PASILLOS DE ENTRADA
La sala de espera es el punto donde más tiempo está de pie parada la vaca. Debemos minimizar ese tiempo, de manera que nunca sea superior a 60 min, pero cuanto menor sea mejor, ya que cuando la vaca está de pie parada, aparte de estar cargando el peso en las pezuñas, esta tiene mucha menor irrigación de sangre porque los vasos sanguíneos que nutren el casco se constriñen.
Es conveniente poner gomas de suelo en toda la sala de espera, porque las pezuñas sufren mucho menos en suelos blandos al repartirse mejor el peso sobre toda la superficie del casco que en suelos duros.
DE NADA SIRVE TENER LA INSTALACIÓN DE LOS CUBÍCULOS PERFECTA SI NO ARRIMAMOS LO SUFICIENTE LA COMIDA PARA QUE LA VACA SIEMPRE TENGA ACCESO A ELLA
No debemos hacer salas de espera demasiado inclinadas para que el balance de pesos entre las pezuñas delanteras y las traseras no se rompan y cargar así más peso en las posteriores, lo que acarrea más riesgos de úlceras y abscesos en línea blanca.
Es fundamental poner sistemas de refrigeración en estos espacios para las épocas de mucho calor, pues es el punto que les genera mayor estrés por este motivo al meter muchas vacas por metro cuadrado. Pueden ser ventiladores y difusores de agua con programador para mojarlas y parar el agua para que las sequen los ventiladores, que es la mejor manera de disiparlas el calor.
La instalación de un arreador o empujador en la sala de espera nos ayuda a que el tiempo en ella sea menor y evitemos giros bruscos al meterlas. Por lo general, una vez acostumbrados a ellos, las vacas están más tranquilas si se introducen por medio de estos sistemas que si lo hace la persona encargada para el ordeño. Si ponemos este tipo de sistemas no sería necesario poner toda la superficie de la sala de espera de goma, nos podríamos evitar poner 1/3 más alejado de la sala de ordeño, ya que permanecen muy poco tiempo en él al ir avanzando según se van ordeñando.
Los pasillos de entrada a la sala de ordeño deben tener superficies lisas, sin agujeros ni piedras, lo más limpias y secas posibles y no tener curvas muy cerradas para evitar giros bruscos en las pezuña. Si son demasiados largos hay que poner gomas para prevenir un desgaste excesivo del casco y un posible incremento de ulceras de suela y abscesos en línea blanca por tener que caminar mucho tiempo en suelos duros.
ES CONVENIENTE PONER GOMAS DE SUELO EN TODA LA SALA DE ESPERA, PORQUE LAS PEZUÑAS SUFREN MUCHO MENOS EN SUELOS BLANDOS
La conducción de los animales en estos espacios debe ser tranquila, sin llevar nada en las manos ni dar voces, para que estén relajadas, no sufran estrés y evitar resbalones o caídas que puedan provocar lesiones superiores.
Javier Sáez Mateos
Socio y vocal de la Junta APPB